viernes, 27 de noviembre de 2015

Ritmos silenciosos, la cultura de armero ante el olvido

El 13 de noviembre de 1985 el pueblo de Armero fue sepultado por cenizas, hollín y lodo proveniente del nevado del Ruiz. Sus pobladores fueron sorprendidos por una avalancha de lodo que arrasó con todo a su camino y solo dejo dolor, destrucción y horror a su paso. El número de muertos se calculó en 20.000 más las frágiles estructuras que habían podido resistir ante tal desastre natural. La plaza principal, el corazón de pueblo, dejó de ser el epicentro de la cultura y las tradiciones, convirtiéndose en un lodazal con árboles, viviendas, automóviles y personas que se encontraban allí.

Niños Armeritos
Los sobrevivientes no sólo perdieron sus hogares, sus familias, sus objetos, muebles y enceres; también perdieron una parte de su crianza, de su historia, de su vida. La docente de artes y música Myriam Torres del Colegio República de Colombia es originaria de la ciudad de Ibagué y comento:" cuando yo tenía como unos veintitantos y estaba terminado mi pregrado en docencia artística, organizaba festivales con los niños y viajamos a distintas partes, entre esas a Armero. El pueblo era igual que cualquier otro del Tolima, lleno de un calor entre sofocante y acogedor, se hacían bazares y los niños del colegio bailaban el sanjuanero, su comida era igual que aquí o allá, pero la energía que se podía vivir es esas fiestas eran tan de ellos, tan propia y llena de júbilo; pero después del desastre esa cultura, esa fuerza murió con el pueblo".

Sanjuanero Tolimense
La cultura de armero esta en vía de Extinción, porque los que pudieron contar la historia en primera persona ya están lejos de su cuna. Si bien los niños de Armero están siendo localizados, ya han transcurrido treinta años desde aquella tragedia, han sido años en los cuales las imágenes borrosas, las costumbres de pueblo se van desapareciendo. Varios de los niños que fueron adoptado por extranjeros solo recuerdan el desastre más no sus raíces y los bailes, la música y el ritmo que los hacia armeritos.


 Actualmente la Fundación Armando Armero aparte de realizar el contacto con los niños desparecidos, también busca reconstruir la memoria del pueblo y lo que lo hacía ser lo que era. Fernando González comento: "por más que se quiera recuperar la cultura de armero, es imposible. Han pasado 30 años, ya la gente tiene sus profesiones, sus historias, sus matrimonios sus cosas de las que se han apropiado; entonces eso es algo difícil de lograr bajo cualquier punto de vista, sea práctico, emocional o económico. Eso se debió hacer hace 30 años".

Leonardo Gómez

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